
Ingredientes
Para 4 personas
4-6 carrilleras de cerdo
1 puerro
1 tomate
1 cebolla
1 zanahoria
1 diente de ajo
1/2 copa de brandy
1/4 l de vino tinto
1/4 l de agua
Aceite de Oliva
Elaboración
Pon en la olla a presión un chorro de aceite de oliva. Añade el ajo y el puerro picados. Agrega la cebolla. Incorpora la zanahoria y el tomate troceados. Rehoga a fuego vivo.
Por otro lado, debemos tener las carrilleras limpias. Es decir, fuera toda la grasita y dejarlas lo más limpias posible.
Salpimienta las carrilleras, pasalas por harina y dóralas en una sartén con un chorrito de aceite e incorpóralas a la verdura. Vierte el brandy, dale unas vueltitas para flamear y vierte el vino tinto. Deja que se evapore el alcohol. Dejamos reducir un poco, por lo menos a la mitad.
Añadimos el agua y cocinamos durante 90 minutos a partir de que empiece a salir el vapor. La carrillera tiene que quedar muy muy melosa. Hay que tener en cuenta que las carrilleras de por si son muy duras, tienen mucho nervio y la manera de ablandar es romperlos con el fuego constante y lento.
La salsa quedará algo espesa por la harina con la que hemos marcado las carrilleras. Y es como debe quedar.
Una vez estén las carrilleras blanditas y melosas, (lo comprobamos pinchando con una puntilla) probamos a ver qué tal de sal y dejamos reposar unos minutos. Ya están listas para comer.
Lo bueno de este guiso es que, al soltar mucha gelatina, aguanta muy bien en la nevera para el día siguiente o incluso para dos o tres días, eso sí, bien tapadito para no evitar contaminación de olores y demás.